Somos una familia con una sólida vocación y formación artística que, después de cursar varias carreras en instituciones oficiales y practicar varias disciplinas, encontramos nuestra forma de expresión: nos enamoramos del barro…
Así se instaló en nuestras vidas, silenciosamente y sin prisa, convirtiendo nuestro hogar en un gran taller, donde la creación es nuestra meta cotidiana.
Entonces comenzamos a hablar a través de la cerámica, a disfrutar y amar este milenario oficio.
Para poder vivir de esto, empezamos a seriar algunas piezas en su producción, para decorarlas y terminarlas totalmente a mano.
Eso permitió que nos conozcan e ingresar así a los hogares de miles de personas que diariamente comparten la mesa con las piezas que con tanto amor hemos hecho.
Ahora emprendemos un nuevo camino: queremos con nuestro humilde lenguaje de tierra, agua, aire y fuego, llegar al mundo.
Por eso le contamos esta historia.
Deseamos que disfruten nuestro sitio y compartan nuestra pasión por el fuego y la alquimia de los cuatro elementos. Y esperamos puedan ver nuestra obra con el mismo amor y respeto conque nosotros la confeccionamos.
Familia Manfrin D’Annunzio